jueves, 27 de diciembre de 2012

La segunda vez del Norwich

El año pasado muchos apostamos por el descenso del Norwich City. Nos equivocamos. Este año escarmenté y aposté por que se mantendría con solvencia en la Premier League. No obstante, muchos siguen apostando por su descenso, como por ejemplo, Sergio Santomé, hijo adoptivo profesionalmente hablando del mismísimo Axel Torres. Probablemente esta vez el que acierte sea yo. 

Paul Lambert llevó el año pasado a este modesto club al triunfo tras acabar la competición en la zona tranquila de la clasificación, a 11 puntos de los puestos de descenso. Lo que a principio de temporada parecía sufrimiento se transformó en casi un paseo por liga más potente del mundo, con permiso de España. Sin embargo, Lambert decidió abandonar el equipo rumbo a Aston Villa, a priori para crecer profesionalmente. Pero mientras los villanos se encuentran décimosextos, a tres puntos de la zona de descenso, el Norwich se sitúa décimoprimero, empatado a puntos con Swansea y Liverpool, noveno y décimo respectivamente, y lo que es más importante, a diez puntos del Wigan, club que marca los puestos de descenso. Así que puede que Paul Lambert se esté preguntando por qué carajos decidió abandonar Carrow Road. 



El irlandés Chris Hughton, sustituto de Lambert, no sólo decidió perpetuar la filosofía del técnico escocés, sino que ha aplicado los matices necesarios como para incluso llegar a mejorarla. Hughton realizó incorporaciones que han mantenido la idea con la que el Norwich se salvó con solvencia el año pasado, sobre todo en la parcela defensiva del equipo. Hombres como Turner, Bassong, Garrido o Tettey han aportado fiabilidad en la retaguardia, lo que unido a la llegada de Bunn, Snodgrass o el prometedor Kane ha facilitado que los jugadores indiscutibles el año pasado mantengan su rendimiento apoyándose en las importantes incorporaciones para luchar por los puestos tranquilos de la tabla. 

En la portería el internacional inglés John Ruddy mantiene la confianza del entrenador, a pesar de que Mark Bunn ha rendido a un alto nivel cuando ha jugado, como ayer ante el Chelsea. El joven y prometedor Declan Rudd asumió este año el papel de tercer portero, aunque su futuro parece estar lejos de Norwich.

La defensa es la única línea que ha cambiado casi por completo. Hasta tres fichajes son titulares habitualmente con Hughton y sólo Martín se mantiene en el lateral derecho. El español Garrido, procedente de la Lazio es indiscutible en banda izquierda, mientras que hombres de calidad contrastada en la Premier League
 como Turner y Bassong conforman una más que fiable pareja de centrales. 


En el centro del campo Tettey se ha consolidado como un jugador básico para el mediocampo de The Canaries, haciendo buena dupla con Johnson. Mientras que el africano asume tareas relacionadas con la destrucción del juego, el joven inglés distribuye con criterio sin olvidar funciones más comprometidas. Johnson ya ha mostrado su deseo de jugar con Estados Unidos y quién sabe si en un futuro la selección inglesa no echará de menos a este canterano del Arsenal para su centro del campo. Las bandas, por otro lado, están ocupadas por Snodgrass en la derecha, una de las revelaciones de la Premier League, mientras que Pilkington suele jugar por la izquierda. Jugadores como Morison, Jackson, Howson, Surman o los Bennett alternan el banquillo con la titularidad en función de las necesidades del técnico del Norwich.

Este aparente 4-4-2, que en realidad se asemeja más a un 4-2-3-1, cuenta con el desequilibrante Wes Hoolahan en la posición de mediapunta, para mí el jugador más importante del equipo, con permiso de Grant Holt. Este habilidoso futbolista irlandés, que sorprendentemente sólo ha sido convocado con Irlanda dos veces a sus 30 años, representa todo lo que el Norwich es y lo que quiere ser; compromiso, verticalidad y juego asociativo. Hoolahan es el típico jugador que hace mejores a sus compañeros y gran parte del éxito de Grant Holt le pertenece.



Gracias a la buena campaña que realizó el Norwich, Holt consiguió ser convocado con Inglaterra en una posición tan comprometida como la de delantero centro. De hecho, muchos se escandalizaron cuando su nombre no apareció en la lista de Hogdson para la Eurocopa. Holt, de 31 años, y después de deambular por las divisiones inferiores de Inglaterra, encontró en el Norwich la posibilidad de llegar a la élite del fútbol británico. Lambert, Norwich y Hoolahan, a partes iguales, son los culpables del éxito del jugador más conocido del Norwich. 

Hughton tiene las ideas claras y sabe cómo manejar un equipo que recibió hecho y con el que asumió la difícil tarea de mejorarlo. Por ahora lo está consiguiendo. Y si el Norwich sigue en la Premier en la 2013-2014, se cerrarán muchas bocas, al igual que pasó con la mía el año pasado.

martes, 4 de diciembre de 2012

El curioso caso de Wakaso Mubarak II

“Queremos once Wakasos”, cantaba Cornellá-El Prat el pasado 25 de noviembre en el partido que el Espanyol perdió contra el Getafe 0-2 y que fue la sentencia de Mauricio Pochettino, destituido horas después del choque. 

Es curioso porque Wakaso Mubarak no es el ejemplo de jugador vital que soluciona los problemas de un equipo. Sin embargo, la afición perica valora por encima de todo su entrega, pundonor e incansable lucha. Lo que el público quiere es que sus jugadores se dejen la piel en el campo, y Wakaso no será el jugador más técnico del Espanyol pero sí el que tiene más capacidad de sacrificio.




Hablo del curioso caso de Wakaso Mubarak. El segundo. El primero ya tuvo lugar hace tiempo, cuando el Villarreal lo contrató con la idea en mente de que en un futuro se convirtiese en el nuevo Marcos Senna del submarino amarillo. En este blog recogí su historia. Y a pesar de que cuando Wakaso jugaba se dejaba la piel, Senna no tenía pensado retirarse tan pronto, lo que unido al descenso a Segunda del conjunto de Castellón, propició que Wakaso saliera de Villarreal rumbo a Barcelona. El Espanyol actuó con rapidez para hacerse con su fichaje, por un montante total de 300.000 euros. 

Este potente ghanés de 22 años acumula 12 partidos en la Liga BBVA con el Espanyol, en los que ha conseguido un gol, dos asistencias y 28 disparos a puerta, siendo el líder del equipo en este último dato. Pochettino no consideró que Wakaso pudiese ser un Senna. El técnico argentino observó, como casi todo aquel que ve jugar a Wakaso al menos una vez, que posicionalmente es un desastre y que como buen jugador africano, la disciplina táctica no es su fuerte. Además, no se trata de un jugador inteligente. Por lo que el ya destituido Pochettino apostó por él en banda izquierda, y en ocasiones incluso lo retrasó al lateral. Wakaso, zurdo cerrado, cumplió sobrado en cualquiera de esas posiciones, con libertad para irse al centro y buscar crear peligro en el área rival gracias a su desequilibrio y a sus impredecibles movimientos. 

Wakaso es el jugador que más faltas recibe de Primera división, por delante de Messi, Iago Aspas y Cristiano Ronaldo, que se dice pronto. Su tendencia a ir al choque con el rival, a luchar hasta el último segundo por conseguir el balón, quizá sea uno de los motivos que hacen posible esta estadística. Pero es que además Wakaso es el jugador que más tarjetas recibe de la Liga BBVA, pues ya ha visto siete amarillas y una roja. Quizá esto también se deba a su excesivo ímpetu. Wakaso, por el contrario, asegura que los árbitros le sacan tarjetas “por ser negro”.



Ahora, con Javier Aguirre, técnico que se caracteriza por el valor que otorga a jugadores con pundonor, como Wakaso, presumiblemente nuestro protagonista seguirá siendo titular. El mexicano continuó apostando por él en banda izquierda en su debut como técnico ante el Granada. El ghanés se asocia además a la perfección con el prometedor Víctor Álvarez, lateral izquierdo canterano que ha conseguido desbancar al mismísimo Joan Capdevila. 

Wakaso Mubarak se entrena con intensidad. Tiene claro que no quiere repetir la experiencia del descenso que ya vivió el año pasado con el Villarreal. Su compañero Sergio García, que perdió la categoría con Levante, Zaragoza y Betis, tampoco le aconseja repetir. Por eso Wakaso se va a patear la banda izquierda hasta que el Espanyol se asegure la permanencia. Si lo consigue, quizá se escriba una nueva versión del curioso caso de Wakaso Mubarak. Sería la tercera.

martes, 6 de noviembre de 2012

La historia de Samuel

Empezaremos por el principio. El Celta de Vigo cuenta con cuatro centrales, hasta aquí todo correcto. Cabral y Túñez conforman la pareja titular y se complementan bien. Diestro el primero, zurdo el segundo; rápido uno y siempre bien colocado el otro; contundentes y expeditivos. Se han consolidado en el equipo permitiendo que Borja Oubiña no se vea obligado a desvivirse corriendo de un lado para otro tapando agujeros y haciendo posible que el talentoso Alex López pueda armar el juego desde el centro del campo a su antojo. 

Los otros dos centrales son Jonathan Vila, un futbolista que prometía mucho pero que se estancó de camino a Primera, y Samuel, jugador que vamos a analizar más detenidamente. Samuel se había hecho un nombre en Segunda división en el Elche y el Hércules y a sus 27 años consideró que ya era hora de dar el salto y probar suerte en la élite del fútbol español. De modo que fichó por el Celta, equipo recién ascendido a Primera.



La ilusión de Samuel daba comienzo aquí, y entrenó con energía y ganas para hacerse con un puesto. A priori parecía que Paco Herrera le otorgaría galones dándole el liderazgo de la zaga viguesa. Sin embargo, la buena compenetración entre Cabral y Tuñez de la que antes hablábamos provocó que Jonathan Vila y Samuel fuesen los elegidos para esperar turno en el banquillo. Primera desilusión para nuestro protagonista. 

Todo siguió así durante los ocho primeros partidos hasta que Cabral y Jonathan Vila, el primero por sanción y el segundo por lesión, le permitieron a Samuel cumplir su sueño y debutar en Primera. Después de que equipos como Atlético, Fulham o incluso Arsenal se interesasen por él hace años y de dejar pasar dichas oportunidades, Samuel sabía perfectamente que esta opción no se le podía escapar. Entró al campo tras la expulsión de Cabral en el minuto 55 y ayudó a aguantar en defensa a un Deportivo de la Coruña que iba a por todas con un hombre más. Samuel demostró que junto a Tuñez formaba una pareja de centrales consistente y que podría hacerse con la titularidad dejando fuera a Cabral.


Pero a la semana siguiente saltó la mala noticia. Samuel estaba tocado y se perdió el partido contra el Barcelona y hoy se ha confirmado su grave lesión. Samuel estará alejado de los terrenos de juego durante al menos seis meses tras romperse el ligamento cruzado anterior de la pierna izquierda. Justo cuando había llegado su oportunidad. Segunda desilusión para nuestro protagonista.

No aparecerá en los informativos de televisión, ni en los boletines de radio, ni su foto tendrá un hueco en la prensa, y en internet sólo dará con él aquel que se digne a buscarlo. Pero aquí queda su historia. Un relato que aún no ha acabado y que continuaré cuando Samuel vuelva de su lesión para ser titular en un equipo de Primera división. Porque no habrá una tercera desilusión.

martes, 23 de octubre de 2012

Aquello de lo que no se puede hablar

Siempre defenderé que la unanimidad no puede existir al hablar de fútbol. O al menos no en el mayor número de casos. Por supuesto hay excepciones y parece obvio que todos estaremos de acuerdo al afirmar que el Barcelona juega mejor que el Palermo o que Silva posee más calidad técnica que Lolo (Osasuna). Por ejemplo. Sin embargo, la mayoría de argumentaciones que esgrimen los que saben de este deporte pueden ser rebatidas. 

Así, mientras Axel Torres jura que Modric rinde mucho mejor como mediocentro, Maldini asegura que si posición ideal es la de mediapunta. Con Raúl se vivió algo parecido en España, con una lucha encarnizada entre raulistas antiraulistas, al igual que en Inglaterra muchos periodistas critican el para ellos excesivo protagonismo de Welbeck tanto en el Manchester United como en la Selección Inglesa. En Italia reina un debate sobre qué laterales debería jugar de entre los Maggio o Abate por la derecha y Balzaretti o Criscito por la izquierda. Y también en Alemania existen grandes discusiones sobre qué tres jugadores deberían jugar por detrás del delantero en la Selección de entre los Muller, Özil, Podolski, Gotze, Reus, Kroos… 




Puede que en ningún otro aspecto de la vida las cosas puedan ser tan fácilmente blancas o negras como en el fútbol, pasando por una amplia gama de grises. En cada equipo de cada país existen debates sobre diferentes aspectos futbolísticos, grandes discusiones en las que es difícil determinar quién se equivoca y quién no. Como explica Gary Alan Fine, profesor de Sociología de la Universidad de Northwestern, “hay información más que suficiente para demostrar cualquier cosa que quieras defender”. Y esto es aún más evidente si cabe en el mundo del fútbol. 

No obstante en España existen temas que parecen inabordables. Hay aspectos sobre los que no se puede opinar ya que se da por supuesto que “todo el mundo” está de acuerdo y que por lo tanto es imposible disentir. Como con Del Bosque. El técnico salmantino lo ha ganado todo con el Real Madrid y con España, por lo que quien ose atacarle por cualquier motivo está atentando contra el combinado nacional, contra la humildad y contra todo lo que tenga que ver con el buenismo. España empató contra Francia el pasado martes pero antes de que cualquier ser humano se atreviese a resaltar los posibles errores cometidos salieron a la palestra los Iñaki Cano, Sergio Sauca o Rubén Uría a decir que ellos seguían confiando en este equipo, que es imposible no seguirles al fin del mundo y que todo aquel que se atreva a hablar mal de Del Bosque es un oportunista.




Y yo me pregunto. Si España empezase a perder partido tras partido durante años, ¿a partir de qué siglo se podría hablar mal de Del Bosque? ¿no es posible criticar algunos aspectos del planteamiento del seleccionador español sin poner en duda todo lo que ha ganado? ¿tiene derecho a vivir aquel que opina que Del Bosque es un entrenador tácticamente deficiente? 

Es cierto que vivimos en un país en el que se suele matar en seguida a aquel que tiene un fallo, pero tan malo es esto como defender durante toda la vida al que ha cosechado algún gran éxito. En España nadie puede criticar a Casillas aunque esté en baja forma, por ejemplo. “Nos ha dado mucho, ¿cómo lo puedes criticar?”, argumentan.




Y es lamentable. Porque perpetuar hasta el infinito aquello que nos hizo ser los mejores es precisamente lo que provoca que nos demos cuenta demasiado tarde de que ya no lo somos. La autocrítica es básica para mantenerse en lo más alto, un valor que escasea en este país incluso más de lo que prolifera la envidia.

viernes, 12 de octubre de 2012

Lo que Mourinho no puede hacer

Toca fin de semana de partidos internacionales y entre el Rusia-Portugal, el partido de transistor de España o el apasionante Argentina-Venezuela apenas queda espacio para hablar de la actualidad de los clubes. Sin embargo, Mourinho ha aprovechado este parón para conceder una de las escasas entrevistas con las que nos suele sorprender una vez iniciada la temporada. En esta ocasión ha sido el diario portugués A Bola el que la ha conseguido, y en dicha entrevista encontramos jugosas declaraciones. 

Y es que Mourinho se ha atrevido a decir que Ronaldo no sólo es mejor que Messi en este planeta, sino en todo el universo. Puede que estas palabras ayuden a difuminar la tristeza de Ronaldo, pero lo realmente transcendente es la corriente de declaraciones que critican a Mourinho por ensalzar al jugador del Real Madrid por encima de Messi. Al parecer Iniesta tiene licencia para afirmar que Valdés es el número uno pero Mourinho no puede hacer uso de su libertad para decir lo que piensa.




Al igual que no tiene derecho a abroncar a sus jugadores. Casillas no está en buen estado de forma y Özil ha comenzado la temporada arrastrándose por el campo. No obstante, si el técnico luso los abronca, Sergio Ramos decide solidarizarse con el turco y los medios se encargan de lapidar a Mourinho por su falta de tacto. Sin embargo, entrenadores como Jiménez, Mendilibar o Bielsa pueden exigir más a sus futbolistas y criticar sus actuaciones sin que una corriente popular los cuestione y desacredite.

Tampoco puede Jose Mourinho, por supuesto, hablar de árbitros. Y si lo hace se le tilda de llorón y quejica. Sin embargo los clubes pequeños se pueden quejar de ser perjudicados y Tito Vilanova tiene licencia para dar la puntilla a cada árbitro español que le incomoda. Pero sólo Mourinho es acusado de buscar excusas.




En definitiva, Mourinho no tiene permiso para opinar sobre el mejor jugador del mundo, no puede arengar a sus propios futbolistas y ni mucho menos está autorizado para hablar de los árbitros.

Por supuesto, el portugués ha cometido errores enormes, tanto a nivel futbolístico como dialéctico. Sin embargo da la sensación de que cada vez que Mourinho abre la boca media Liga se refugia en las trincheras y se defiende de sus balas verbales, en muchos casos imaginarias. No permitamos que Mourinho raje de la Selección, mienta en ruedas de prensa o se muestre soberbio y altivo. No le demos un trato diferencial al portugués otorgándole beneficios y privilegios. Pero tampoco afilemos el cuchillo cada vez que sus palabras no sigan la línea de lo políticamente correcto. Porque como afirma Félix de Azúa en una entrevista a la magnífica revista Jotdown, “lo políticamente correcto es el fascismo contemporáneo”.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Savia nueva para el Stoke

Hace tiempo le dediqué una entrada de blog al Stoke. Su estilo de juego directo, agresivo e intenso me incitó a escribir sobre la posibilidad de que el equipo de Pulis pusiera en serios apuros al mismísimo Barcelona en un hipotético enfrentamiento entre ambos, debido a la fuerza del juego aéreo del conjunto inglés y a la debilidad que por aquel entonces mostraba el conjunto de Guardiola en esta faceta del juego.

Hoy, bastantes meses después, reabro este espacio para volver a hablar del Stoke. Pero en esta ocasión lo hago para referirme a los magníficos fichajes que los potters han realizado de cara a la temporada 2012-2013 que acaba comenzar.



Me ha sorprendido muy gratamente comprobar cómo Pulis ha dejado de interesarse por jugadores del estilo de Whelan, Fuller o Shawcross para incorporar a futbolistas como Charlie Adam, N´Zonzi (al que también me referí hace tiempo en este espacio) o Owen. Las preferencias del técnico del Stoke parecen haber cambiado y puede que pronto el mítico doble pivote compuesto por Whelan-Whitehead, que se caracterizaba por la capacidad de brega y sacrificio de ambos jugadores, pase a ser sustituido por un tándem compuesto por N´Zonzi-Charlie Adam, en el que la creatividad y el juego asociativo sean factores que pasen a formar parte del equipo de manera presumiblemente obligatoria. Además, para esas posiciones también se ha realizado la incorporación del interesante Maurice Edu, lo que unido a Wilson Palacios conforma un centro del campo más que fiable.

Pero los cambios también han llegado en posiciones ofensivas. Kightly o el que fue balón de oro, Michael Owen, ofrecerán en el ataque del Stoke argumentos diferentes a los que ya existían. La calidad de estos futbolistas se complementará con la envergadura de futbolistas como Crouch o Jones y con la rapidez de Pennant. Si a ello le añadimos la técnica de Etherington, el Stoke puede llegar a plantearse luchar por posiciones europeas.



La zaga y la portería son las únicas líneas que apenas han variado respecto a la temporada pasada debido a la fiabilidad defensiva por la que siempre se ha caracterizado el conjunto de Pulis.

Desde luego, estos cambios no significan que el Stoke vaya a apostar por el estilo de juego del Swansea de la noche a la mañana, pero sí que abre la posibilidad de que los potters comiencen a añadir elementos complementarios a su férreo estilo de juego. Un once formado por Sorensen; Wilkinson, Huth, Shawcross, Wilson; Kightly, N´Zonzi, Adam, Etherington; Owen y Crouch hace pensar que esto es posible y que a pesar de que el 4-4-2 sea un sistema sagrado para Pulis, puede que pronto los saques de banda de Delap pasen a ser un elemento auxiliar para los potters.

sábado, 7 de julio de 2012

La injusticia de los filiales

La temporada que viene, Real Madrid y Barcelona no sólo medirán sus fuerzas en Primera división (y posiblemente en Copa y Liga de Campeones), sino que también lucharán por convertirse en el mejor equipo filial de España. Barcelona B y Real Madrid Castilla extenderán el clásico del fútbol español a la categoría de plata. Es atractivo, lo sé. Pero también es sumamente injusto. Y me explico.


En ninguna otra liga importante de Europa los filiales de los equipos de primer nivel pueden competir con los primeros equipos de otras ciudades. La argumentación es sencilla. Si un equipo tiene la posibilidad de curtir a su filial en competición al más alto nivel (como es Segunda o Segunda B), las posibilidades de que los futbolistas de ese filial sean válidos o al menos reporten beneficios a los equipos a los que pertenecen serán mayores. Esto, a su vez, provoca que los equipos que están en la élite tengan más posibilidades de seguir en ella ya que poseen una base en forma de filial compitiendo en la categoría de plata y de bronce. Simplificando, los equipos que poseen filiales en alta competición tienen más posibilidades de continuar en la élite. Si el Espanyol tiene al Espanyol B en Segunda B, y por cualquier motivo desciende a Segunda, el impulso que le dará el hecho de que sus canteranos estén compitiendo en la categoría de bronce será un plus a la hora de luchar por volver a Primera.

Pero esa no es la única razón por la que este sistema de competición me parece ridículo. El hecho de que los filiales puedan ascender incluso a Segunda división provoca que el primer equipo de una ciudad humilde tenga menos posibilidades de llegar a la élite, ya que no sólo compite contra las dificultades que conlleva ascender, sino que además debe pelear contra equipos filiales con jugadores hipermotivados por demostrar que pueden jugar en el primer equipo, pero sin el bonito apoyo de la afición de una ciudad entera detrás.


Resulta absurdo que equipos que se están jugando la supervivencia en el fútbol se vean perjudicados por filiales cuya única motivación debería ser la formación de sus jóvenes jugadores. Y para conseguir ese objetivo no es necesario competir en Segunda, Segunda B o Tercera, sino que basta con crear una liga de filiales al estilo de la que existe en la Premier League. Allí se creó la llamada Liga de Reservas en la que compiten los segundos equipos de los conjuntos anglogaleses (recordemos que los equipos de Gales también juegan en la Premier). Así, cada fin de semana juegan el Arsenal o el Chelsea en la Premier, y al mismo tiempo los jugadores descartados y las jóvenes promesas disputan su partido en la Liga de Reservas. Esto ayuda a formar a los jóvenes, que adquieren ritmo de competición, y también provoca que los jugadores descartados que no cuentan para el primer equipo se fogueen y no pierdan su estado de forma, pudiendo así intervenir en el primer equipo en cualquier momento si así lo ve conveniente el entrenador.

En mi opinión, todo son ventajas en el formato de Inglaterra y Gales y todo son inconvenientes en el modelo español. Lugo, Móstoles o Alicante deben ser siempre más importantes que el Deportivo de la Coruña B, el Sevilla Atlético o el Villarreal B. Si así fuese todos saldríamos ganando. Todos menos los grandes. Y ahí es donde está el dilema.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Sorprendente Montpellier


Que el Dotmund haya ganado la Bundesliga por segundo año consecutivo sorprende. Sobre todo porque para ello ha superado al flamante finalista de la Liga de Campeones, un Bayern de Munich que hasta hace poco parecía imbatible en Alemania. Pero el Dortmund tiene un gran entrenador y un once inicial con un poderío enorme. Por lo tanto no debería sorprendernos que se haya alzado con el título de nuevo.

Al igual que no debería sorprender el Calcio que ha conseguido la Juventus. Es verdad que el Milan o el Inter son rivales muy difíciles de superar. Pero no es menos cierto que el Inter aún se está regenerando (parece que Stramaccioni será el encargado de completar ese proceso) y que el Milan tiene a Ibrahimovic y a diez más. De modo que ver a esta Juve, que cuenta con un equipo muy interesante, coronándose en Italia, no es la noticia del año.


Algo más impactante es observar como el Real Madrid se ha impuesto al mejor equipo del mundo y de todos los tiempos. Pero con Mourinho en el banquillo y con jugadores como Ramos, Xabi Alonso, Ronaldo o Benzema sobre el campo, puede llegar a ser entendible. Y algo parecido podríamos concluir si el City se impone al United en Inglaterra.

No, ni Juventus, ni Dortmund ni Real Madrid, ni City son campeones inesperados.

El Montpellier en cambio sí que lo sería. A principio de temporada, y a diferencia que en los casos anteriores, nadie habría dado un duro porque el conjunto de Girard pelearía la Ligue 1 hasta el final de temporada. Y mucha menos gente habría jugado su dinero a que a falta de dos jornadas este equipo iba a marchar líder, con tres puntos de ventaja sobre el segundo clasificado.


Y es que el PSG, a pesar de que en pocos momentos de la temporada ha mostrado un juego arrollador, parecía ser el claro favorito. Así como el Lille, vigente campeón, partía por supuesto con muchas más chances de conseguir el título que el Montpellier (y aún así, el equipo que lidera Hazard ha luchado hasta desfondarse por conseguirlo). Lyon y Marsella eran los otros aspirantes. Pero en pleno cambio de ciclo uno y con una temporada completamente lamentable otro, ambos quedaron fuera de la lucha hace tiempo.

Así que ahí está el Montpellier, a dos jornadas de convertirse en el campeón de liga más sorprendente de toda Europa. Y la verdad es que su equipo no es nada malo. Yanga-M´biwa y Hilton forman una pareja de centrales nada despreciable. La juventud y el ímpetu el primero mezclado con el oficio y la serenidad del segundo. Ambos escoltados con dos buenos laterales como son Bocaly y Bedimo. En el mediocampo jugadores interesantes y jóvenes como Stambouli, Estrada o Cabella. Sobre todo este último, un futbolista que recuerda a Nasri y que a pesar de que no está siendo titular indiscutible, si yo fuese Blanc me lo llevaría a la Eurocopa.


Y en ataque mucha dinamita. Utaka y Camara ofrecen velocidad y desequilibrio, lo que mezclado con la calidad infinita de Belhanda (que probablemente no jugará más esta temporada por sanción) y con el olfato de gol de Giroud (se baraja que Benzema-Giroud puede ser la delantera de Francia en la Euro) ha provocado que el modesto Montpellier luche por lo más grande en Francia. Por encima de los millones de los jeques del PSG, de la experiencia de Ancelotti y de la colonia que destilan Pastore, Menez o Maxwell.

Sorprende. Y como sorprende… Allez Monpellier!

miércoles, 11 de abril de 2012

La oportunidad que Arbeloa ha desaprovechado

Un equipo como el Real Madrid, que ha contado en sus filas con emblemas como Juanito o Raúl, siempre ha valorado enormemente factores tales como la garra, la lucha, el esfuerzo y la capacidad o la capacidad de sufrimiento. Todas estas facultades están en Arbeloa.

Sin embargo, un futbolista que vive principalmente de esas características debe ser consciente de que la calidad pocas veces le va a salvar si se estanca o si su estado de forma de bajo. Esto también le ha sucedido a Arbeloa.




Durante años, el defensor salmantino ha estado buscando un puesto en el once titular del equipo en el que se crió. En su primera etapa como merengue no lo consiguió, razón por la cual se vio obligado a emigrar a La Coruña y, años más tarde, a Liverpool. Allí se hizo un hombre futbolísticamente hablando y se ganó volver al Bernabéu de la mano de Florentino Pérez. Pero tampoco consiguió ser un hombre básico en el equipo a pesar de su entrega y valía.

Sergio Ramos era su principal problema. Con el de Camas ocupando el lateral diestro, las opciones de Arbeloa se resumían a esporádicas apariciones en su puesto natural y a algún que otro partido como lateral izquierdo. Y eso que cuando jugaba convencía y mostraba facultades para ser titular. De hecho Mourinho siempre ha valorado mucho sus características.

Pero este año todo cambió. La lesión de Carvalho propició que Ramos pasase a jugar de central junto a Pepe, puesto en el que se ha consolidado. Así, Arbeloa tenía vía libre para ocupar el lateral derecho. Era su oportunidad. Y decir que no ha sabido aprovecharla es decir poco. 




Arbeloa ha mostrado un nivel de juego inaceptable para un equipo como el Real Madrid. Los balones aéreos cruzados conseguían que el delantero le ganase la espalda siempre, de modo que tres goles de los últimos cinco partidos han sido culpa suya. Ha mostrado una falta de concentración impropia en él y ha estado fallón en el pase, tan intranscendente en ataque como frágil en defensa. Parece que incluso ha dejado de centrar bien, algo en lo que siempre superó a Sergio Ramos.

No sería una exageración afirmar que una parte de culpa de que al Real Madrid se le esté escapando la Liga la tiene Arbeloa. Quedan pocos partidos, los más importantes de la temporada, y da miedo pensar que Arbeloa tiene que enfrentarse a Messi o Ribery dentro de muy poco. Quizá vaya siendo hora de que Ramos vuelva al lateral y de que Varane demuestre que él es presente y futuro del Real Madrid. Arbeloa parece que ya sólo es pasado.

lunes, 26 de marzo de 2012

El Racing, firme candidato a quedar último

Y lo peor es que no es el primer año que pasa esto. El Racing de Santander lleva ya unas cuantas temporadas sin proponer nada nuevo, intentado conservar lo que medio funciona y buscando nuevos recursos en la mediocridad del mercado. Eso te puede salir bien un año, quizá dos. Pero a la larga el equipo tiene que pagarlo y así está siendo esta temporada. El club santanderino se va de cabeza a segunda sin que nadie pueda evitarlo.

Pero el déficit de la plantilla no se debe solo a la falta de nombres importantes. Sólo hay que mirar al Rayo Vallecano para comprender que el hecho de que tus jugadores sean desconocidos no tiene por qué ir vinculado a los malos resultados deportivos. El problema del club de Santander es que no ha apostado por un juego que pueda hacer daño a los rivales. Probablemente el Racing sea el equipo que peor fútbol hace de toda la Liga.


La principal causa de esto es el perfil de jugadores que se ficharon en verano. Ninguno de ellos puede contribuir a conseguir un fútbol asociativo, y los pocos que lo hacen no han tenido continuidad este año. Tziolis se marchó en invierno, Kennedy apenas cuenta con minutos y Adrián González, que es el único titular que puede proponer algo en la construcción del juego, se encuentra muy sólo sobre el campo sobre todo cuando se escora a la banda izquierda.

Por lo demás, el Racing es un equipo ordenado, equilibrado y se acabó. Su sistema defensivo es correcto, sin grandes alardes, respaldado por un centro del campo plano y acompañado de un ataque que vive de las contras y que pocas veces consigue marcar gol tras una jugada elaborada.


Toño, Álvaro, Bernardo, Adrián y Stuani son los únicos futbolistas que podrían ser titulares en Primera división. El resto son carne de Segunda. Francis y Cristian son laterales muy limitados, Diop es uno más de los centrocampistas africanos que sólo aportan lucha y resistencia, mientras que Arana o Munitis son futbolistas que deberían haber emigrado a Grecia, Suiza o Escocia hace unos años. 

No motiva nada ver al Racing. Sus partidos son predecibles y lo único que atrae es ver las cabalgadas y demostraciones de técnica y habilidad que de vez en cuando hace Jairo, un canterano con muy buena pinta al que ni siquiera le están dando la oportunidad de ser titular. Por lo demás, el Racing suele aguantar la primera media hora hasta que encaja un gol y todo el planteamiento amarrategui acaba en la basura sin que ninguno de los futbolistas que están sobre el campo sepa qué hacer para llevar la iniciativa, mantener el balón y buscar la portería contraria asociándose con los compañeros.



Por supuesto, la inestabilidad tanto en la directiva como en los banquillos no ayuda a mejorar la situación. Y a pesar de fichar en invierno a dos jugadores interesantes como Gullón o Babacar, el equipo no logra mejorar y cada vez compite a menor nivel contra equipos a los que debería imponerse para luchar por la salvación. De momento el conjunto santaderino tiene 25 puntos, empatado a puntos con el Zaragoza y el Sporting conformando un triple farolillo rojo que se encuentra a seis puntos de la salvación. Cervera, entrenador recién llegado desde el Recreativo de Huelva, está buscando la tecla y parece que contará con canteranos como Javi Martínez o Edu Bedia para sacar adelante la situación. Pero la cosa pinta mal y hace tiempo que el Racing pasó de ser firme candidato al descenso a ser el principal aspirante a quedar último. Ojalá me equivoque, no sería la primera vez.

lunes, 12 de marzo de 2012

El yin y el yang de Tino Costa

Llegar del Montpellier, ser apenas conocido entre una de las aficiones más exigentes del mundo y tener a un jugador como Banega por delante es una situación que invita cuanto menos a asustarse un poco. Pero Tino Costa no es ni un futbolista al uso ni una persona corriente.

El argentino aterrizó en Valencia después de un temporadón en Francia con el equipo revelación de la Ligue 1. Se dijo de él que había sido el eje del Montpellier y que su zurda era un cañón. Y así lo viene demostrando en España marcando goles increíbles desde fuera del área que además casi siempre son importantes para su equipo. También ha dejado muestras de su calidad a la hora de repartir la pelota. A pesar de no ser un distribuidor nato y de preferir casi siempre el pase largo al corto, su elegante galope sobre el césped hacía que muchos dudasen entre él o Banega para ocupar junto a Albelda el doble pivote che.




Pero el Tinito también ha dado muestras de su faceta menos agradable. El hecho de actuar siempre a la sombra de Ever no le gustaba demasiado, y a pesar de su cara de niño bueno, como buen argentino Tino Costa no sabe tragarse las malas palabras que nacen en su mente y fluyen hasta su garganta. El año pasado este problema pasó más o menos desapercibido debido a la irregular temporada que realizó Banega (otro sobre el que se podrían escribir folios y folios), lo que le dio más minutos de los esperados. Pero este año Tino vio como su compatriota apenas le dejaba entrar en el once, por lo que explotó provocando una agria disusión con Emery, su mentor en España.

Y es que el técnico vasco parece encantado con muchas de las características del argentino, pero no soporta su pasividad defensiva ni si particular forma de ser. Sus cualidades para cumplir en defensa son buenas, pero la intensidad no es una palabra que vaya con este jugador, lo que evita que Emery lo coloque normalmente como centrocampista defensivo  y que lo prefiera como creador, algo que Tino Costa tampoco es exactamente. Su principal enemigo es él mismo.




Sobre todo cuando en mitad de un partido se le va la olla y realiza una entrada tan violenta como la de ayer a Ramis, que le valió la expulsión. Ese tipo de acciones son las que evitan que Tino Costa sea fundamental en el equipo de Emery. Y eso que cuando las cosas van bien y está enchufado es capaz de echarse el equipo a la espalda desatascando el juego y buscando portería con un zurdazo. Esta temporada acumula cinco goles en Liga, cifra nada despreciable para un mediocentro.

Pero para que el argentino demuestre que es capaz de separar su yin de su yang tendrá que esperar fuera de los terrenos los dos partidos de sanción que le impondrá el comité como mínimo. Puede que para entonces se haya dado cuenta de que controlando su actitud cambiaría los pañuelos de Mestalla por aplausos y haría olvidar a Banega (lesionado de larga duración tras un incidente absurdo en una gasolinera). Con él fuera, su único rival es Parejo, jugador que hasta hace poco parecía descartado pero con el que nunca se puede decir nunca.

lunes, 27 de febrero de 2012

El exceso de valentía del Swansea

Tanto en la vida como en el fútbol existen consejos continuamente repetidos. Uno de ellos es no rendirse, perseverar y ser valiente. Si no se arriesga no se gana y muchos murieron sin conseguir lo que deseaban simplemente porque nunca se decidieron a luchar por ello. Sin embargo, como en casi todo, este teorema tiene límites y llevado hasta el extremo puede resultar perjudicial. Así, si intento conseguir a una mujer, seré un hombre valiente que pelea por alcanzar lo que anhela. Pero si ella insistiese en que le doy asco, sería un idiota si continuase intentándolo.




Algo parecido le sucede al Swansea. De la mano de Roberto Martínez el equipo galés encontró el camino que le podía llevar a la Premier League -la mal denominada liga inglesa, puesto que los equipos de Gales también forman parte de ella-
. Sin embargo, el Wigan reclamó los servicios de Martínez antes de que este hecho se consumara y fue Brendan Rodgers el que culminó el trabajo del español. Éste no sólo mantuvo su línea de juego, sino que además con el paso de los años profundizó al máximo en ella.

Y es que Roberto Martínez siempre apostó por un juego elaborado y asociativo. Un fútbol de toque que no buscase el camino más corto hacia la portería contraria. Esa filosofía es la que ha intentado mantener en el Wigan y esa idea es la que está llevando hasta el límite Rodgers en el Swansea.

Porque a pesar de que Roberto Martínez puede ser calificado como un técnico arriesgado en sus planteamientos -quizá más en su primer año en el Wigan que ahora-, el español pocas veces ha apostado por un centro del campo tan débil físicamente como lo está haciendo Rodgers. Es cierto que cuando tienes el balón puedes permitirte no contar con una medular potente, pero en todo caso se debe tener en cuenta que no todos los rivales son iguales y que por supuesto no siempre se va a poder mantener la posesión de la bola. Y cuando se pierde el balón, si se es débil físicamente, resulta más complicado ejecutar la presión correctamente para recuperarlo.


Así, mientras Roberto Martínez ha usado en su centro del campo a jugadores como Diamé, Watson, McCarthy o McCarthur, que pueden combinar tareas ofensivas con defensivas, Rodgers ha decidido olvidarse de los jugadores que mejor pueden manejarse en situaciones defensivas para explotar al máximo el fútbol atractivo y de toque en el centro del campo. Y a pesar de que en el primer tramo de la temporada Augustyen -que tampoco es un jugador excesivamente defensivo- solía ocupar una de las tres posiciones del centro del campo -en el 4-3-3 con el que juega el Swansea-, actualmente el técnico norirlandés está sobreexplotando el tridente Britton-Allen-Sigurdsson. Y es que Allen y Sigurdsson son jugadores netamente creativos, y aunque Britton puede asumir galones a la hora de robar el balón, no deja de ser un futbolista ofensivo. Además, Sigurdsson no posee los conceptos tácticos suficientes como para cumplir las tareas que se le asignan en esa posición del centro del campo. Y eso que ofensivamente es una maravilla.

Para entendernos, es como si el Barcelona jugase con Xavi de centrocampista defensivo y con Iniesta y Pedrito de interiores. Parece obvio que un equipo que lucha por tener la pelota y que para ello debe robarla con rapidez no puede dejar de contar en su once con jugadores del perfil de Busquets.


Con este nuevo planteamiento ultravaliente es con el que el Swansea está perdiendo puntos vitales que le están acercando al descenso. Ayer perdió de nuevo ante el Stoke, un equipo muy físico contra el que era de esperar que Rodgers recapacitara, quizá colocando a Sigurdsson en banda en detrimento de Dyer o Sinclair y apostando por un jugador de perfil más defensivo en el centro del campo. Pero no fue así, insistió en su idea de jugar con Britton-Allen-Sigurdsson y volvió a perder. Y si Rodgers ama tanto ese estilo de juego debería comenzar a contemplar la posibilidad de que arriesgando tanto puede luchar por no descender. Y si el Swansea desciende, desciende el fútbol.

miércoles, 15 de febrero de 2012

La pasividad de Piqué

Recuerdo que la irrupción de Gerard Piqué en el panorama futbolístico español fue realmente llamativa. Este joven central volvía a Barcelona, la que siempre fue su casa, después de fichar por el Manchester United y de su cesión al Zaragoza. Piqué le costó al club culé alrededor de ocho millones de euros, una cifra irrisoria después de ver su gran rendimiento en el equipo que dirige Pep Guardiola.

Ese Piqué que volvió como hijo pródigo (al igual que hizo este año Cesc) deleitó a propios y a extraños gracias a su facilidad a la hora de sacar el balón jugado, su rotundidad defensiva, su remate de cabeza y su capacidad de anticipación. Era un joven muy expeditivo que prometía ocupar la posición de central en la selección española durante mucho años, un puesto en el que nuestro país nunca ha estado sobrado de efectivos.


Piqué participó activamente tanto en los éxitos de la selección como en los de su club. Ejercía de líder y sus rivales le respetaban sobre el campo. Infundía respeto. Nunca daba un balón por perdido y su concentración le permitía ir al cruce un segundo antes que los delanteros a los que se enfrentaba.

Pero la temporada pasada la cosa empezó a cambiar. El defensa rubito y de ojos claros que prometía llegar a lo más alto comenzó a estancarse. Su relación con Shakira, sus declaraciones fuera de tono y sus actuaciones antideportivas sobre el terreno de juego parecieron influir en su forma de jugar.

Esta temporada el problema se ha hecho palpable y parece que ha dejado de ser un tema tabú para los medios de comunicación tanto de Madrid como de Barcelona. Piqué no es el mismo, y el partido bochornoso que disputó ante Osasuna el pasado sábado es la gota que ha colmado el vaso. Está lento, torpe, desconcentrado, ha dejado de ser una opción clara a la hora de sacar el balón jugado desde atrás y más de la mitad de los goles que recibe el Barcelona con él sobre el campo son culpa suya. Puyol ejerce de apagafuegos a su lado y cuesta creer que en el vestuario nadie la haya dado un toque de atención. Mascherano ha logrado superarle en todos los aspectos.


Pero lo que más me desquicia cuando lo veo jugar es su pasividad. Piqué ha perdido el hambre y se nota. Su ambición ha dado lugar a un conformismo que solo rompe cuando habla del Real Madrid. Cuando juega me recuerda a un crack de 32 años que se sabe un genio. El típico delantero de calidad que juega andando. El problema es que Piqué no juega de delantero, sino de central, una posición en la que es necesario mantener la concentración durante los 90 minutos.

Y lo peor es que sólo tiene 25 años. Deberían quedarle muchos años de carrera y sin embargo da la sensación de que perderá las ganas de jugar bastante antes. Quizá Guardiola debería plantearse rotar en el eje de la defensa en lugar de dejar en el banquillo a jugadores básicos para el centro del campo del Barcelona.


Por lo pronto, Piqué fue suplente ante el Bayer Leverkusen en lo que parece ser un castigo. Por supuesto, Guardiola asegurará y jurará que en ningún caso se trata de una reprimenda. Espero al menos que de puertas para dentro el técnico catalán haya tenido una reunión con Piqué para dejarle, como decía mi madre, las cosas claras y el chocolate oscuro.

martes, 31 de enero de 2012

Los "bemoles" de tíos como Emery y Sandoval

En un panorama futbolístico dominado por la agresividad verbal de Mourinho y por la falsa humildad de Guardiola, es de agradecer que junto a estos personajes existan entrenadores con dos dedos de frente, que saben de fútbol y que cada vez que hablan dan una lección de educación, sinceridad y honestidad.


Tanto Emery como Sandoval han demostrado un conocimiento del juego impresionante para su experiencia en Primera. El vasco llegó a la máxima categoría con el Almería, club al que ascendió y estabilizó en la zona media de la tabla. Su magnífica labor propició su fichaje por el Valencia, una operación que a priori podía parecer arriesgada pero que a posteriori, y a pesar de todo, ha vuelto a colocar al Valencia en el lugar que se merecía. Sus resultados como entrenador en los tres equipos a los que ha entrenado (Lorca, Almería y Valencia) son envidiables.

Pero lo más valioso de este hombre es su personalidad. Se trata de un tipo que roza el ridículo en el área técnica durante los partidos debido a su incontrolable vitalidad. Además, en las ruedas de prensa se muestra siempre afable y dialogante. Solo se enfada consigo mismo, y cuando asegura que el equipo podría haber hecho más se atribuye una gran parte de culpa. Pocos periodistas pueden decir una sola palabra negativa sobre la personalidad de Unai Emery. Todos coinciden en su transparencia y en que en su casa es igual que en las ruedas de prensa. Se trata de un hombre al que todos querríamos como amigo.


Es cierto que en Valencia no todo ha sido un camino de rosas. La situación económica del club ha obligado a vender a jugadores como Silva, Villa, Mata o Albiol, y aun así el técnico vasco ha sabido confeccionar un equipo competitivo cada año, fichando con inteligencia y gestionando coherentemente la plantilla.

Para José Ramón Sandoval tampoco ha sido fácil llegar a su actual posición. Su gran trabajo con el Rayo B le situó con opciones a dirigir al primer equipo a largo plazo. Pero a él no le daba la gana esperar. Tenía un proyecto y deseaba llevarlo a cabo. Hace dos veranos se plantó en el despacho de Teresa Rivero y le planteó su ambiciosas ideas. La ex presidenta del Rayo se sorprendió tanto ante tal muestra de seguridad y descaro que decidió darle lo que deseaba. Sandoval entrenó al conjunto vallecano la temporada pasada de principio a fin y consiguió el tan anhelado ascenso de forma directa. El técnico madrileño no contaba hasta entonces con experiencia alguna en Segunda división. Pero su determinación se impuso a todos los contras.


De la noche a la mañana Sandoval estaba en Primera división, en la mejor liga del mundo. Y aun así a punto estuvo de renunciar a entrenar al equipo ya que los jugadores tenían problemas para cobrar. El técnico madrileño plantó cara a Presa (actual presidente del Rayo) al igual que lo hizo con Teresa Rivero en más de una ocasión en la categoría de plata. Finalmente se salió con la suya y ya se ha hecho tan indispensable en el equipo que nadie duda de su autoridad. Botelho lo sabe bien, y quizá en el Levante aprenda la lección.

El fútbol moderno está plagado de chapa y pintura, de oro y diamantes que decoran un fuselaje vacío. Por suerte aún queda gente como Emery y Sandoval. Ellos no se amilanan cuando juegan contra Real Madrid y Barcelona porque saben que no tienen nada que envidiar.

viernes, 20 de enero de 2012

Las razones de Mourinho

La derrota que sufrió el Real Madrid ante el Barcelona por 1-2 ha desencadenado multitud de opiniones al respecto. Son muchos los que critican el planteamiento de Mourinho, alegando que el club blanco no se puede permitir jugar a la defensiva en su propio campo. Esta argumentación, que ha corrido por todos los medios de comunicación de manera generalizada (tanto en Madrid como en Barcelona) puede contar con algo de razón, pero desde mi punto de vista, se trata de una teoría hipócrita y demagoga.

Está claro que el Real Madrid no puede jugar de ese modo ante un equipo inferior. Pero olvidamos que el Barcelona es posiblemente el mejor equipo que muchos de nosotros hemos visto en toda nuestra vida. Nos olvidamos de que Busquets, Xavi e Iniesta forman un tridente en el centro del campo difícil de igualar. Si estos tres tíos están en plena forma, considero que es IMPOSIBLE quitarle el balón al conjunto blaugrana.

Me encantaría ver en el banquillo del Real Madrid a los mismos que critican a Mourinho. Pagaría por contemplar cómo juega esa gente ante el Barcelona. ¿Saldrían con Xabi Alonso y con Sahin en el centro del campo? ¿Se sentirían orgullosos al encajar una previsible goleada? ¿Hay que recordar que el Real Madrid ya jugó al ataque contra el Barcelona y que ya perdió, también de forma estrepitosa? Oigo que es un delito cambiar la forma de jugar y parece que el Barcelona lleva jugando así toda la vida. Por suerte he visto jugar al Barcelona con Van Gaal, Serra Ferrer o Rexach de manera lamentable. ¿Critican los puristas del fútbol que defienden no cambiar nunca de estilo la forma con la que jugaba el Barcelona esos años? ¿Se podría decir que el Barcelona también ha cambiado de estilo en determinados momentos? El contexto lo es todo.


Creo que el Real Madrid sólo debe preocuparse a día de hoy de ganar al Barcelona, no de la imagen que dé. Nos encontramos en un contexto futbolístico histórico en el que la superioridad del Barcelona con el balón ha superado todas las cotas imaginables. Su estilo de juego se encuentra además en el ADN de sus jugadores y para colmo tienen a Messi. Por eso defiendo los planteamientos de Mourinho. El Real Madrid cuenta con cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona en Liga, jugando un muy buen fútbol, y además en Copa aún queda la vuelta. Que nadie lo olvide. Aún queda la vuelta. Y hablamos del Real Madrid. Si el Real Madrid le gana la Liga al Barcelona será un éxito increíble. Inconcebible con otros técnicos.


Para terminar, os invito a leer una parte del artículo de Antonio Agredano en Diarios de Fútbol. Pienso que acierta completamente a la hora de exponer sus argumentos a favor del sistema que Mourinho desplegó ante el Barcelona.

“La pregunta es si el Real Madrid quiere jugar así, si necesita un técnico con este perfil. Yo creo que sí, por una razón: la superioridad del Barcelona ahora es tan desquiciante que ponernos estupendos y hermosos sobre el césped sólo nos llevaría a la desesperación. Los fines imposibles conducen a la melancolía. De nada le sirve al Madrid jugar bonito frente al Granada o al Ajax si diez días después el Barcelona te va a borrar del mapa. El Madrid necesita títulos, necesita ganar, ser más regular, entregarse, sobremotivarse, para quitarse de una vez de encima la pegajosa sombra del Barcelona. Y para eso Mourinho es el técnico ideal, por más que pese a los gourmets del balón. Por más fácil que le ponga el trabajo a los periodistas, como juncos mecidos por el viento, en las derrotas”.

“Este equipo necesita la paciencia que no se le está dando. Si el aficionado quiere espectáculo, que se haga del Barça. Que queme las camisetas de Zidane y se haga fotos para el Facebook en Canaletas. Sólo el equipo de Guardiola ha logrado unir vistosidad y eficacia en los últimos años. Su juego pasará a la historia de este deporte. El madridismo necesita otra cosa, por el momento”.

martes, 3 de enero de 2012

Un tipo llamado N´Zonzi

La Navidad es una época aciaga para los amantes del fútbol. El periodo que se extiende desde el día 24 de diciembre hasta principios de enero se caracteriza por la ausencia de partidos en la Liga española, la Bundesliga, la Ligue 1 y el Calcio. Además, el mercado de invierno en ese intervalo de tiempo aún no ha arrancado y por lo tanto ni el tintineo de los fichajes nos puede distraer un poco. Pero siempre nos quedará la Premier League, con el boxing day y con el carrusel de partidos navideños. Hasta tres jornadas han disputado en las islas mientras que en el resto de Europa el balón dejó rodar.


Esto permite que los futboleros nos centremos aún más si cabe en la liga inglesa. Viendo una media de dos partidos diarios se pueden sacar muchas conclusiones, como que Mancini es un conductor de utilitario que lleva un Ferrari, que los 70 años de Ferguson ya no sientan tan bien a sus estrategias (ante el Blackburn jugó con un inédito doble pivote Park-Rafael), que Van Persie es el mejor jugador de la competición o que Cabaye es el alma de Newcastle.

Pero para mí, el nombre más destacado del fútbol navideño en Inglaterra ha sido el de Steven N´Zonzi, mediocentro del Blackburn. Este francés de ascendencia congoleña ha liderado al conjunto que entrena Steve Kean en el empate ante al Liverpool y sobre todo en la victoria en Old Trafford ante el Manchester United.


Aún recuerdo cuando me enteré hace tres años de que este espigado jugador de 23 años y 1,94 de altura ficharía por el Blackburn. Me encontraba de vacaciones con mi familia y en un portal de internet de cuyo nombre no me acuerdo leí que el Blackburn se había hecho con los servicios de un tal N´Zonzi. Su nombre me llamó la atención y, entre los muchos fichajes que se realizaron aquel verano, me obligué a grabarme este en concreto en mi cabeza. No sé por qué lo hice, pero a partir de entonces, en cada jornada de la Premier buscaba si el francés formaba parte del once titular de los Rovers. Y así solía ser.

Pero no fue hasta la temporada pasada cuando lo vi disputar varios partidos. Me pareció un jugador correcto, bien colocado, que no se complicaba con la pelota y que podía llegar a afianzarse como titular en un equipo de la zona media baja de la tabla. Me equivoqué.




En los partidos navideños que ha disputado el Blackburn, N´Zonzi me ha impresionado. Su capacidad de sacrificio, su habilidad para robar la pelota al rival y sobre todo su facilidad a la hora de dar el pase me parecieron de un nivel altísimo. Tanto ante el Manchester como ante el Liverpool, N´Zonzi jugó con una tranquilidad y un oficio inquietantes. La longitud de sus piernas le facilita el robo del balón, cualidad que no está discutida con la elegancia de la que hace gala en la conducción. Me pregunté si no estaba exagerando, debido a mi pequeña experiencia personal con este jugador. Pero al minuto siguiente el francés robó un balón, se marchó de dos oponentes y dio un pase de 40 metros que me hizo pensar si no podría algún día arrebatarle el puesto a Busquets en el Barcelona. Por ejemplo.

A pesar de ello seguí pensando que estaba exagerando, y concluí que N´Zonzi contaba con buenas cualidades pero que aún necesitaba tiempo. Al rato, en una de las páginas web en las que me enteré de su fichaje por el Blackburn hacía tres años, leí que el Chelsea andaba detrás de este futbolista. Se trataba de la confirmación de un presentimiento y desde ese momento me autodenomino (puede que con algo de prepotencia) el descubridor de N´Zonzi.