lunes, 7 de marzo de 2011

El curioso caso de Wakaso Mubarak

Está claro que su historia no es tan apasionante como la de Benjamin Button. Wakaso Mubarak no nació con aspecto de anciano. Ni tampoco ha ido rejuveneciéndose con el paso de los años, como le sucede al protagonista de fenomenal largometraje creado por David Fincher y protagonizado por Brad Pitt y Cate Blanchett. Sin embargo, lo que pasó con Wakaso en el pasado mercado de invierno me impactó casi tanto como el amor imposible entre los protagonistas de El curioso caso de Benjamin Button. De ahí la analogía.


Cuando un equipo despide a un jugador a escasas seis horas del cierre del mercado de invierno, lo más normal es que ese futbolista permanezca lo que resta de temporada viendo el fútbol desde el sofá de su casa. Wakaso es la excepción. Este centrocampista ghanés se convirtió en una de las sorpresas del mercado invernal al cambiar el Elche por el Villarreal a última hora y contra todo pronóstico.

Wakaso llegó al Elche en 2008. Los ojeadores del conjunto ilicitano lo descubrieron jugando en el Ashanti Gold de Ghana y decidieron incorporarlo a la plantilla. No le costó mucho hacerse con la titularidad gracias a su importante despliegue físico. Wakaso es un centrocampista defensivo con velocidad y potencia que también puede jugar algo más adelantado o incluso escorado en banda. Además, posee una temible llegada. Sus cualidades no pasaron inadvertidas para equipos como el Sevilla, que ya el año pasado intentó hacerse con sus servicios sin éxito. De todos es sabido el amor que siente Monchi por los centrocampistas de lucha y brega como Wakaso.


Y es que si el Elche quedó a las puertas del ascenso el año pasado, fue en gran parte gracias a la aportación de Wakaso, que se convirtió en un referente dentro del vestuario y en un ídolo para la afición. Esta temporada el jugador ghanés siguió en la misma tónica, convirtiéndose en el líder del equipo. Por eso nadie se esperaba el despido “discipliario” (según palabras de José Sepulcre, presidente del Elche) de Wakaso. Sobre todo a sabiendas de que varios equipos de Primera División hubiesen pagado por su traspaso. De ahí que muchos hayan empezado a especular con la posibilidad de que el despido forme parte de una operación para traspasar el porcentaje de los derechos federativos del guineano, algo que sería económicamente beneficioso para el Elche.

El entrenador del Elche, José Bordalás, en consonancia con la directiva, ha afirmado que el jugador no estaba integrado y ha insinuado que su marcha podría ser un alivio para el vestuario y beneficiosa para el equipo. Dudo mucho que la afición ilicitana esté de acuerdo, y más aún cuando Wakaso está entrenado con la primera plantilla de un grande como el Villarreal. De hecho, hace dos jornadas debutó en la Liga BBVA con los castellonenses e incluso fue convocado para disputar la eliminatoria de Europa League contra el Nápoles. Parece que Garrido cuenta con él para el centro del campo del Villarreal, sobre todo si persisten los problemas físicos de Senna. Además, la marginación a la que Matilla está siendo sometido por el técnico del Villarreal da vía libre para que Wakaso pueda entrar de forma regular en las convocatorias.


Sería interesante saber qué opinan Bordalás y Sepulcre si el año que viene Wakaso se convierte en un fijo con el Villarreal. Será difícil justificar entonces su despido, sobre todo si el Elche no consigue el ascenso, puesto que la peregrinación de los ilicitanos por la categoría de plata dura ya demasiado. Puede que el caso de Wakaso haga rodar algunas cabezas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario