martes, 26 de octubre de 2010

La hora de Gareth Bale


La temporada pasada, Ryan Giggs, el mejor futbolista de la historia de Gales, nos dejó las que probablemente sean sus últimas gotas de calidad en la Premier League. Gracias a él, sobre todo los primeros meses, el Manchester United ganó varios partidos y la directiva decidió renovarle. Sin embargo, este año apenas ha disputado cuatro encuentros con los Red Devils, de modo que parece claro que este será el último año en el que Gales podría presumir de tener a un crack de la zona en la Premier League.
Sin embargo, a los que más saben de esto les bastó únicamente divisar varios partidos de Gareth Bale a finales de la temporada pasada para darse cuenta de que Gales podrá seguir alardeando de fabricar calidad.
Bale es un lateral zurdo que a los diez años jugaba con la pierna derecha para dar algo de ventaja a sus rivales. Destacó desde pequeño en varios de los equipos de Cardiff y muy pronto el Southampton se fijó en él y se lo llevó a Inglaterra. En este equipo, jugadores como Theo Walcott comenzaron a despuntar, y él no fue menos ya que apenas un año después de llegar a la ciudad el Tottenham pagó casi siete millones de euros por su fichaje. Martin Jol, por entonces entrenador de los Spurs, pidió expresamente su incorporación al equipo. Sin embargo, cuando llegó Juande Ramos, los malos resultados no le permitieron  confiar en un chaval desgarbado de apenas diecinueve años por muy buena pinta que tuviese, por lo que le costó entrar de forma regular en el primer equipo.


Finalmente, Harry Redknapp se hizo cargo del equipo, pero sal veterano entrenador londinense nunca le convenció Bale como lateral, por lo que fue adelantando su posición ya que no confiaba en sus condiciones como defensa. Además, el camerunés Assou-Ekotto se hizo con el puesto en el lateral, de modo que Gareth Bale se vio obligado a reconvertir su posición hasta la de extremo. Aún así, pasó gran parte de la temporada pasada en blanco y estuvo a punto de marcharse al Milan, club que supo apreciar y valorar sus enormes virtudes. Pero para entonces Redknapp ya sabía que no podía dejar escapar a un jugador con tales características, por lo que comenzó a ofrecerle la titularidad.
Este año el Tottenham ha realizado varios fichajes, y entrar en el once titular, sobre todo en posiciones de ataque, es sumamente difícil. Aun así, Gareth Bale ha conseguido desbancar a jugadores como Bentley y desplazar a Modric o Kranjcar, dejando claro que a partir de ahora los Spurs contarán con gente que recorrerá de arriba abajo la banda izquierda sin necesidad de buscar zonas interiores, como hacían los croatas.

La exhibición que Bale dio ante el Inter de Milán, a pesar de la derrota de su equipo, fue solo un ejemplo del espectacular inicio de temporada que el galés está completando en Inglaterra, solo comparable a la del jugador del Manchester City, Adam Johnson. Gales ya sabe que cuenta en las filas de la selección nacional con un jugador de primer nivel, por el que ya han preguntado, entre otros, el Real Madrid. Bale tiene condiciones para ser en breve el mejor lateral izquierdo del mundo, y solo necesita un equipo y un entrenador que le permitan actuar donde mejor rinde, ya que sus nociones defensivas han mejorado notablemente y la capacidad de sorpresa que tienen sus subidas por la banda izquierda aumenta a medida que retrasa su posición inicial sobre el campo. Todo ello, unido a su calidad técnica, su potente disparo y su más que aceptable capacidad para centrar, nos invita a pensar que estamos ante uno de los jugadores que puede marcar una época.



Son pocos los que niegan esta circunstancia, y supongo que dentro de ese grupo de gente se encontrará mi estimado amigo J.J. Sarabia. He seguido su blog (espero que vosotros también), y me he dado cuenta de que única y exclusivamente habla sobre el Sevilla, salvo raras excepciones. Dudo que este señor sepa de la existencia de Bale, ya que recientemente apuntó que Rubén Pérez, centrocampista defensivo del Deportivo de la Coruña, era extremo derecha, una muestra innegable de su incultura futbolística. Esperemos que su percepción futbolística mejore y que poco a poco vaya escribiendo entradas que nos interesen a todos.

La máquina de ganar

En una ocasión leí que el entrenador del Real Madrid está expuesto a más presión que el mismísimo presidente del Gobierno. Y es que los técnicos que han pasado por el Bernabéu en los últimos años pocas veces se han marchado del club blanco con halagos por parte de la afición o la prensa. Desde que Florentino Pérez decidió prescindir de Vicente del Bosque después de casi cuatro años en el cargo, los entrenadores han entrado y salido de Concha Espina de forma continua y ninguno de ellos se marchó entre alabanzas hacia su trabajo ni aún consiguiendo títulos, como hicieron, por ejemplo, Capello o Schuster.
Luxemburgo, Queiroz o Pelegrini son ejemplos del perfil de entrenador que siempre buscó Valdano. El fútbol que a priori proponían era alegre y vistoso, anteponiendo siempre el ataque a la defensa. Sin embargo, sin saber muy bien por qué, el juego del equipo terminaba siendo plano, predecible y excesivamente dependiente de la pegada de los jugadores de arriba. Y al final llegaba la decepción y la consiguiente destitución del técnico sin apenas tiempo para que este tuviese opción de defender sus planteamientos.

Pero este verano, debido a la sequía de títulos madridista de la temporada pasada, Florentino Pérez decidió hacer oídos sordos a los consejos de Valdano y contratar a un técnico con el que las cosas podían ser diferentes, al menos en cuanto a lo que resultados se refiere. Jose Mourinho aterrizó en Barajas y con él trajo una nueva filosofía nunca vista en la capital. Se trata de un técnico que basa su juego en una buena defensa (lo que no quiere decir en absoluto que sea un técnico defensivo), que sigue confiando en la efectividad de sus delanteros para ganar muchos de sus partidos pero que ha conseguido crear un equipo que ha encajado únicamente cuatro goles en once partidos. Esa es la principal novedad de este Real Madrid, y es que por mucho que echemos la vista atrás, es casi imposible recordar una defensa tan eficiente y efectiva como la actual, y más si tenemos en cuenta que ni Albiol ni Garay han debutado todavía, lo que nos lleva a pensar que el sistema defensivo de este equipo no se basa únicamente en los cuatro hombres de la línea de atrás.


Otra de las novedades que ha introducido el portugués ha sido la concentración de la atención de todos los medios en su persona. En la última década han sido las estrellas que trotaban por el césped las que acaparaban todas las miradas. Cualquiera de sus movimientos era tan alabado como criticado por un sector la prensa, lo que aumentaba la presión que dichos jugadores sentían cada vez que se enfundaban la zamarra blanca. Mourinho ha cambiado eso. Ahora los rivales, la prensa y los aficionados hablan de él antes y después del partido, olvidándose en gran parte de los jugadores. El año pasado parecía que Cristiano Ronaldo era la diana sobre la que lanzar dardos cuando las cosas iban mal, y la cabeza en la que poner la corona cuando el mar estaba en calma. A eso estábamos acostumbrados en España, sobre todo en el caso del Real Madrid, y este ha sido el segundo gran éxito de “Mou”.
Todo ello, unido a la consecución de una plantilla bien diseñada, prescindiendo de cualquier elemento que pudiese desestabilizar al club y fichando las piezas necesarias, sin grandes alardes pero sin escatimar en gastos, ha provocado que este Real Madrid sea líder de la Liga y que haya logrado pleno de victorias en la Champions League.  Y aunque al principio existían dudas, sobre todo respecto al juego madridista, después de las abultadas victorias sobre el Deportivo de la Coruña, el Milan y el Racing de Santander, son pocos los que niegan que este equipo juegue actualmente mejor que el Barcelona de Guardiola.


Aún es pronto para dar por definitiva cualquier cosa, sin embargo parece claro que la máquina de ganar que ha creado Mourinho puede no solo acabar con el protagonismo absoluto del Barcelona en el panorama futbolístico español, sino también con la inestabilidad que sufre el banquillo merengue desde que Del Bosque hizo las maletas. Todo apunta a que Mourinho puede perpetuarse en el cargo al más puro estilo Miguel Muñoz, y que únicamente saldrá del Real Madrid, posiblemente por la puerta grande, cuando él mismo así lo quiera.

jueves, 21 de octubre de 2010

La horma del zapato de Guardiola

“Caer bien” o “caer mal” a alguien puede llegar a convertirse en algo muy subjetivo y depender de mil factores. Podemos pasarnos años intentando ser (o al menos, parecer) simpáticos con una persona, y sin embargo esta puede odiarnos por un simple gesto o por una nimia expresión de nuestra cara que no le guste en un momento dado.

En el fútbol sucede algo parecido. Cristiano Ronaldo, por ejemplo, es para muchos poco menos que un ser superior, mientras que otros lo consideran un capullo creído y orgulloso. Y es que es muy difícil encontrar a un jugador que llegase a la élite y consiguiese el favor de todo el público. La mayoría de futbolistas que pensamos que jamás serían criticados, siempre encontraron detractores. Valerón fue criticado por frío y por pasivo, Laudrup por pasar del Barcelona al Real Madrid, Del Bosque recibió mil ataques en el Mundial a pesar de hacerse con el trofeo, e incluso “sweet” Iniesta ha sido atacado por lanzarse a la piscina de forma descarada en el partido que los culés disputaron ayer ante el Copenhague. Se trata de personas alejadas de la polémica, pero como se puede comprobar, no caen bien a todo el mundo.




Sin embargo, hace más de dos años, aterrizó en Can Barça un viejo conocido de la afición barcelonista. Josep Guardiola fue nombrado técnico del primer equipo y con él se instauró en España una nueva filosofía de entrenador. Guardiola era guapo, joven, sentía los colores del equipo y apostaba por la cantera . Su elegante forma de vestir y hablar, unido al sextete de títulos que lograron los blaugrana aquella temporada, le encumbraron como el modelo a seguir del fútbol español. Desde entonces, gente como Manuel Preciado, Cesc Fábregas, Johan Cruyff y muchos otras celebridades del fútbol actual se declararon admiradores del ya conocido como Pep, y este, gracias a su eterna humildad en las ruedas de prensa, parecía ser, al fin, el hombre que caía bien a toda España.

Tanto fue así, que la opinión pública en general pasó por alto su poco “feeling” con Eto´o, sus puñetazos a los banquillos, sus sanciones arbitrales, sus airados gestos desde el área técnica durante los partidos e incluso su pasado manchado (aunque, por suerte para todos, resuelto ya judicialmente a su favor) por el dopaje. Si Pep fue capaz de ganar seis títulos en una temporada, poco más había que decir.



Pero las cosas fueron cambiando poco a poco al año siguiente. El sextete no se pudo repetir y la exigente afición culé “solo” se pudo conformar con el título de Liga. El Barcelona perdió varios partidos importantes y el agradable y sincero Pep de las ruedas de prensa se agrió. Ya no le sentaban bien todas las preguntas y comenzó a responder sin responder a la mayoría de las cuestiones que los periodistas le formulaban. Además, la principal apuesta del técnico de Sampedor , el ucraniano Chygryinskiy, le hizo perder bastante dinero y parte de su credibilidad como entrenador. Pero la gente le seguía queriendo, la afición aprobó la temporada del Barcelona y las madres seguían viendo a Pep como el yerno perfecto. ¡Guardiola incluso salía en los anuncios de la tele y en las marquesinas de publicidad de las calles!






Sin embargo, la horma del zapato de Guardiola ha aparecido. Se llama Ibrahimovic, un sueco que no se cansa de criticar a Pep. Le llama filósofo y le apoda Tiger Woods, acusándole de que lo único que busca es quedar bien ante la gente. También afirma que Guardiola solo es capaz de ganar dirigiendo a equipos ya hechos, como el Barcelona que recogió de Rijkaard o, para entendernos, como la actual selección española. Todos nos hemos quedado consternados. ¿Cómo puede alguien intentar desacreditar así a una persona tan noble como Guardiola? Incluso surgieron algunos seres descabellados que secundaron lo que dijo el sueco ex del Barcelona, apuntando que si el actual entrenador culé se hiciese cargo de equipos como el Manchester o la Juventus, su estatus caería a las cloacas del fútbol europeo, porque Pep ni es un estratega, ni es un diseñador de plantillas. Pep lo que hace bien es juntar a gente dócil y buena y ponerla a jugar. ¿Pero hay gente tan dócil y tan buena en otro sitio que no sea el Barcelona o la selección española? Quién sabe, quizá el año que viene, y si el Pep Team continúa jugando tan mal como en los dos últimos partidos, podremos comprobar cómo se desenvuelve Guardiola en otro contexto. Una cosa está clara. Guardiola ya no le cae bien a todo el mundo. Puede que Ibrahimovic haya abierto la veda.


martes, 19 de octubre de 2010

Un espacio para las personas que no conciben un fin de semana sin fútbol

Encantado de conoceros. Ante todo debo decir que es un placer para mí escribir un blog sobre fútbol que me ofrece la oportunidad de hablar acerca de un tema que a muchos nos apasiona. Soy Javier Rubio y estudio periodismo, aunque todos me conocen como "Dele", y más de uno me ha colgado ya la etiqueta de "friki" por dedicar los sábados a estar sentado en mi sillón favorito de cuatro de la tarde a doce de la noche, viendo como veintidós tipos corren detrás de una pelota. Pero para mí el fútbol es mucho más que eso. Para mí el fútbol significa belleza, disciplina, elegancia, salud e innovación. Se trata de un deporte que me ha dado multitud de satisfacciones y ahora mi intención es la de compartirlas con vosotros.

Es importante apuntar que en este blog no solo se tocarán temas nacionales, futbolísticamente hablando, sino que introduciré todo tipo de informaciones que puedan estar relacionadas con el balompié, sea cual sea la zona del planeta en la que este se practique. También me gustaría apuntar que mi forma de expresarme será clara e intentaré que os resulte atractiva, añadiendo vídeos y artículos de gente de fútbol que sabe mucho más que yo, como Santiago Segurola, Julio Maldonado "Maldini", o Axel Torres.

La confección de este blog no será vista por mí como una obligación. Esto quiero dejarlo claro. Será muy importante para mí escribir aquí todos aquellos pensamientos futbolísticos que pasan por mi cabeza y que normalmente suelo lanzar verbalmente a otra gente, sintiendo muchas veces que mis palabras se pierden en el viento y en el tiempo. Espero y deseo que os gusten todos y cada uno de mis posts, y pido perdón desde este momento a todos aquellos a los que pueda ofender con mis palabras. Mi intención es la de hablar de forma directa y sin ambages, pero no la de buscar la broma fácil o el argumento insustancial con gancho del que muchos abusan. La demagogia no va conmigo. Me limitaré a presentar información de todo tipo y os comentaré mis impresiones de forma lógica y coherente. A modo de aperitivo, os dejo un vídeo del jugador de moda en Europa. Se trata de Adam Johnson, extremo del Manchester City y uno de los jugadores que más me ha hecho vibrar en las últimas semanas. ¡Nos leemos!



 
Ah, se me olvidaba. Mis palabras pocas veces ofenderán a otros bloggeros, sin embargo el señor J.J. Sarabia, en su primera (y espero que última) entrada comenzó una guerra que me ha sorprendido enormemente. Este individuo se muestra dispuesto a "rivalizar" conmigo y piensa que el nombre de este espacio es "ridículo". Su blog se llama El chicle de Caparrós (juzgad vosotros mismos la originalidad de ambos títulos). Debo decir al señor Sarabia, persona a la que conozco y respeto, pero de cuyas debilidades tengo constancia, que para hablar de fútbol es necesario ver mucho fútbol, y no solamente los partidos del Sevilla. Os pido que a medida que pasen las semanas, comparéis su "producto" con el mío, y entonces decidáis...